Transformación Educativa frente a la Crisis del Siglo XXI
En la actualidad, la educación es un
tema de gran interés a nivel mundial y la misma está presentando déficits e
inestabilidad en su estructura y en sus procesos, es decir, está en crisis, ya que en estos momentos
la sociedad global experimenta cambios profundos a nivel tecnológico, cultural,
económico y político, y es ésta (sociedad) la que debe realizar su divulgación,
preparar a los estudiantes no para una educación para el mundo que fue, sino para el que será,
abordarla desde perspectivas multidisciplinarias (sociológica, pedagógica,
filosófica y económica entre otras).
Por
ello, pensar en los desafíos para la educación del siglo XXI, se constituye en
un ejercicio intelectual interesante pero a su vez complejo, dicha complejidad
está determinada por los sentidos y significados asignados a los dos conceptos:
Educación y Tiempo (Crisis Temporal del Siglo XXI).
En
cuanto a la educación, ésta se podría abordar desde diversas perspectivas: una
social, donde la generación adulta orienta a otra que aún se encuentra inmadura. (E. Durkheim,
1999), afirma: “La educación es una socialización..., de la joven generación” (p.4).
Otra
individual, donde se permite que el hombre desarrolle aptitudes físicas e
intelectuales, sentimientos sociales, éticos y morales con el fin de cumplir su
tarea, perspectiva planteada por Reboul O. (1980) (como se citó en Martín, 2009), en la cual señala que:
[…]
El aprendizaje
humano es aquel que conduce a la persona a la adquisición de habilidades y
destrezas, destrezas que habrán de guiarla a su vez, a la adquisición de nuevas
competencias y habilidades que harán de ella una persona íntegra. En otras
palabras, estos términos aparentemente trillados y a los que he intentado
devolverles su verdadero sentido, me hacen pensar que un aprendizaje centrado
en la persona es aquel que nos permite aprender a aprender y por consiguiente,
nos enseña a vivir. (p. 24)
Otra
perspectiva mixta, (social – individual) donde a través de actividades se permite
introducir al individuo dentro de los patrones sociales existentes.
Dado
lo anterior se debe tener presente que para abordar un desafío o solucionar
alguna crisis desde la educación, hay que verificar las condiciones que
favorecen su emergencia o sostenimiento, no sería coherente tratar de dar
solución a un problema social desde una educación con postura individual. La
otra posibilidad, está dada en pensar que la educación no soluciona una crisis
sino que enfrenta su propia crisis como lo plantea Magendzo (1999, p.2);
·
Crisis de identidad cuando se
invisibilizan las personas y las comunidades.
·
Crisis de credibilidad manifestada
en la desconfianza frente a las posibilidades de mejoramiento.
·
Crisis de valores o inversión de
prioridades.
·
Crisis epistemológica donde se
enfrenta a los ciudadanos a saberes acabados.
En
el presente ensayo se asumirá la primera idea, los desafíos que se pueden
pensar para que la educación solucione los problemas del siglo XXI.
Aquí
aparece la segunda complejidad establecida al inicio de la reflexión, concepto tiempo o crisis temporal, se podrían enunciar las más relevantes: la
globalización, la competitividad, el inadecuado manejo del desarrollo
tecnológico, la inequidad social… entre otros. Desde este marco, no hay duda
que la escuela tiene una deuda social porque no asume una discusión o cognición
compartida sobre cómo solucionar los problemas que la permean.
Como
se menciona al inicio, en el actual mundo globalizado, con los cambios en los
modos de producción, los cambios sociales y culturales, así como el acontecer
diario, exigen un nuevo paradigma educativo que forme seres humanos con las
habilidades que demanda la actual sociedad contemporánea. ¿Pero que se ha hecho
para lograr este objetivo?
Cabe
mencionar aquí, que en la época de la sociedad industrial (Siglos XIX y XX), la
escuela era el espacio donde prevalece un clima de absoluto respeto al profesor
así diga lo que diga, un clima de
absoluta creencia en todo lo que se afirma sin someterlo a duda o a
cuestionamiento, se promueve la obediencia, donde el objetivo es obtener una
nota determinada y no tener unos conocimientos determinados, la educación solo
estaba destinada en los individuos para producir, para desempeñar una labor o
profesión, un modelo educativo que precisamente es el que se ha seguido por
años y que en algunos países latinoamericanos sigue vigente. Al respecto
plantean Flecha, Padrós y Puigdellívol (2003):
En
las escuelas de la sociedad industrial, el profesorado, como depositario de los
saberes culturales y de la información relevante, traspasaba estos contenidos a
un alumnado pasivo, que actuaba como mero receptor y que difícilmente podía
disponer de alguna otra vía para acceder a estos conocimientos (p.1).
Sin
embargo, con la globalización, los nuevos avances tecnológicos en información y
comunicación, es donde se da comienzo a una nueva evolución en la educación, se
plantean modelos en los que predomina el desarrollo de habilidades basadas ya
no en la transmisión sino en la adquisición de conocimientos. Y eso es,
precisamente lo que debe seguirse haciendo, a partir de esta evolución seguir
transformando la educación, debe pasar a ser una revolución educativa, hay que
dejar atrás el modelo esencialmente
industrial, de manufactura que se basa en la linealidad, en la conformidad, en
la agrupación de personas, es decir, la prolongación de un sistema.
La
educación debe ser un modelo donde se creen las condiciones para que los
individuos florezcan, donde se despierte su pasión y su energía, pues la sociedad
de la información actual necesita jóvenes creativos y motivados. Por ello, tiene
que ser innovadora y para lograrlo no existe una ruta única. Lo importante de
esta revolución educativa es ante todo formar seres humanos autónomos, con
capacidad crítica, que sean capaces de reflexionar sobre la realidad en que
viven y sobre sí mismo,
a conocer un mundo
que cada vez está más globalizado, en el cual se necesita del diálogo, la razón
y la comprensión de sociedades cada vez
más complejas, deben aprender que el aprendizaje es social, que lo importante
es aprender juntos, que adquieran una experiencia multidimensional,
colaborativa y las tecnologías del mundo globalizado de hoy facilitan este tipo de modelo.
El
premio Nobel de economía en 1998, Amartya Sen (cita en London y Formichela,
2006) dice: “La educación permite al individuo socializarse e
intercambiar ideas y obtener un empleo, por ello ayuda a aumentar la libertad y
disminuir la inseguridad.” Señala Sen, además, que: “Las desigualdades en
acceso, inclusión y logros escolares conducirán a diferencias en habilidades,
que a su vez diferencian la participación de los individuos en el mundo
contemporáneo” (p.23)
Innovar
en educación, se traduce en un mejor aprendizaje de los estudiantes, en una
formación integral e intercultural para dar las mismas oportunidades a todos,
así como valores para enfrentarse a la vida cotidiana, es decir, que los
actores educativos que están al frente de un proceso formativo sean capaces de
crear nuevas situaciones y nuevos ambientes, el sistema educativo tiene la misión de facilitar
el aprendizaje de una manera nueva, que le enseñe al ser humano desde niño, a
preguntar por qué una y mil veces, y lo más importante debe ser continua,
porque los seres humanos aprenden durante toda la vida, sin olvidar el ámbito humanista porque el objetivo importante es la plenitud del sujeto educable, desde esta perspectiva el ser
humano se encontraría
habilitado para generar nuevas capacidades, autonomía y liderazgo
personal , por lo
tanto se trata de una educación coherente, por cuanto éste debe
seguir unos principios
y entender que no
se puede hacer lo contrario de lo que se piensa o se dice. Por todo lo anterior,
como afirma Dewey (1897b), en “Mi Credo Pedagógico” (citado por Temporetti,
1977): “La educación es el método fundamental del progreso y de las
reformas sociales” (p.7).
No se puede olvidar el desarrollo
tecnológico como parte de la complejidad educativa, en este sentido, las tecnologías pueden ayudar a compartir, a colaborar, a generar
nuevas dinámicas y también más allá de que lleguen a un escenario tecnológico
(computadores, tablets, etc.) es mirar de qué manera éstos generan nuevas
situaciones y facilitan que las personas que están en proceso formativo le
encuentren sentido a lo que aprenden, por supuesto el conocimiento, pero más
allá de lo que hoy se conoce como competencias del siglo XXI: aprender a aprender,
pensamiento crítico, la modalidad de manejar la incertidumbre, es generar
situaciones problema y todo ello facilitado a través de las tecnologías, el
reto es atreverse no sólo a utilizarlas, es a concebir, a planear y ver cómo
estos recursos pueden ayudar a enriquecer la labor educativa.
Finalmente, el
gran reto es no temerle a los cambios, los innovadores se reinventan
permanentemente y desde el sector educativo se debe acoger y teniendo clara la ruta del
aprendizaje integrar nuevos elementos al proceso enseñanza aprendizaje, de esta manera se rompen esquemas
en la educación a través de dinámicas distintas, enfocadas a la
adquisición de conocimiento, de nuevas
estrategias de enseñanza acorde con los estilos de aprendizaje en un mundo que
está mediado por la TIC, replanteando todo el sistema educativo.
Referencias
Durkheim, Emile. Educación y Sociología.: Éducotion
et sociologie. Traducido por: Janine Muls
de Liarás Ediciones Altaya,
S.A. España 1999. Recuperado de: https://www.academia.edu/16301385/educacion_y_sociologia_por_emile_durkheim
Flecha,
R.; Padrós, M. & Puigdellívol, I. 2003, Comunidades de Aprendizaje:
Transformar la organización escolar al servicio de la comunidad, Revista del
Fórum Europeo de Administradores de la Educación. Organización
y Gestión Educativa, núm. 5, septiembre-octubre 2003, pp. 4-8. Bilbao:
Fórum Europeo de Administradores de la Educación y CISSPRAXIS, S.A.
London, Silvia y Formichela,
María Marta (2006). El concepto de desarrollo de Sen y su vinculación con
la Educación. Economía y Sociedad, vol.
XI, núm. 17, enero-junio, 2006, pp. 17-32. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/510/51001702.pdf
Martín, André (2009). ¿Es la
educación un principio impulsor en el cooperativismo de hoy en día? Recuperado de:
https://www.usherbrooke.ca/irecus/fileadmin/sites/irecus/documents/cahiers_irecus/cahier_irecus_01_09_esp.pdf
Magendzo, Abraham (1999). Los Derechos
Humanos, un objetivo transversal del Currículum. Recuperado de: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/4/1843/9.pdf
Temporetti, Félix
(1977). Psicología Educativa. Mi Credo Pedagógico. Teoría de la Educación y Sociedad. John Dewey. Recuperado de:
http://www.fceia.unr.edu.ar/geii/maestria/temporetti/Dewey_Mi_credo_Pedagogico.pdf
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